El proyecto busca preservar el vacío determinado por el aeropuerto el cual, al cesar sus operaciones, permitirá la adecuación del lugar como espacio público verde. Esta condición garantizará el objetivo de desarrollar de forma gradual, progresiva y participativa, un parque urbano que permita la construcción de un paisaje topográfico. Ello a partir de operaciones de plegamientos, dobleces, estiramientos, ondulaciones, alabeados y torceduras en el terreno, las cuales contribuirán fundamentalmente a conectar, programar, proteger, clasificar e integrar áreas diversas del parque así como con su entorno inmediato.
Los relieves propuestos permitirían la incorporación de programas de tipo rentable y equipamientos urbanos que cooperen en la activación y control del espacio público sin afectar de forma sustancial el paisaje existente. A su vez se manipula la topografía del terreno como parte de un proceso de arqueología urbana para el descubrimiento de los cauces de las quebradas Seca, Agua de Maíz, Sebucán y formalizar su contacto con el río Guaire. Ello a partir de un proceso integral de recuperación de la relación de la ciudad con su río a través del saneamiento y separación de las aguas servidas de las limpias que provienen de la montaña por el norte y las colinas del sur.
Una nueva forma de conectividad aérea se propone en el plan a partir de un sistema integrado de helipuertos y helipuntos a nivel metropolitano que, al aprovechar plataformas existentes en edificios particulares públicos y privados garantice la accesibilidad de bienes, insumos y servicios a diversas partes de la ciudad en caso de emergencia. Para ello se propone una estructura vertical de carácter verde que, además de contener una serie de programas que contribuirían al financiamiento y sostenibilidad del parque, incorpora servicios estratégicos para la seguridad y defensa de la ciudad y la nación, entre otros un helipuerto a gran escala, que garantice el acceso a los aeropuertos internacional, nacional y privado circundantes.
Los sistemas de movilidad se plantean a través de circuitos diferenciados para la conectividad vehicular, el servicio del transporte público, el flujo peatonal y las ciclovías. Todos ellos concebidos como flujos articulados con el entorno inmediato a través de puentes, pasarelas, plataformas topográficas, integración con el metro, terminales intermodales de transporte público y continuidad de la superficie verde del parque del este. Específicamente se proponen dos sistemas de movilidad local o caminos verdes en sentido norte-sur, que delimitan tres áreas básicas en el plan, un polo de carácter deportivo y cultural en el extremo oeste, otro de ciencia y tecnología hacia el este, y entre ellos el área recreativa propiamente dicha del parque.
El polo deportivo y cultural incluye sendas infraestructuras deportivas para béisbol y fútbol así como para eventos masivos de carácter cultural y conciertos. Los estadios se ubican próximos a las estaciones del Metro en Chuao y Bello Campo y están vinculados a un Centro de Convenciones que podrá servir al distrito financiero y comercial de Chuao. En este polo se plantea una estación intermodal, que al estar integrada al sistema de transporte masivo Metro, permitirá la interconexión con los sistemas de transporte público superficial. El polo de ciencia y tecnología se ha concebido como un lugar que integre las diversas formas de producción como un espacio de investigación y educación para la población en edad escolar pero también de exposiciones para el público general. En el se integran el centro de ciencia y tecnología, un parque agrícola, el museo de la energía y un pabellón de exposiciones o recinto ferial.
El parque propiamente recreativo se concentra hacia el sector medio del lote de terreno y lo delimitan las dos vías conectoras en sentido norte-sur, la autopista Francisco Fajardo por el norte y el río Guaire junto a la Avenida Río de Janeiro hacia al sur. Consiste fundamentalmente en un área verde que permita preservar buena parte de la vegetación ya existente, la cual se verá fortalecida a partir de la inserción de nuevas especies arbóreas, explanadas verdes, y sistemas de caminerías peatonales y de bicicletas. El acceso a dicho parque se produce a través de puentes peatonales y vehiculares que cruzan el río Guaire así como plataformas que lo vinculan con el Parque del Este, el Parque Aruflo y el propuesto Centro de Arte La Casona, entre otros.
La pista, una vez desactivada la función de navegación aérea, permitirá el desarrollo progresivo de una serie de condiciones de espacio público que van desde plazas secas para la congregación de personas y actividades, hasta plazas verdes, zonas deportivas, parque de agua, etc. En ella se produce un quiebre topográfico en sentido norte sur que permitirá la definición de un límite al área pública abierta, la que posiblemente deba ser cerrada para garantizar la protección tanto del nuevo parque como el del este.
El plan implica a su vez un proceso de intensificación y ordenamiento de los usos y densidades del suelo urbano adyacente a través de la activación de zonas que han sido tradicionalmente afectadas por el cono de aproximación del aeropuerto. Este proceso implica además una serie de operaciones urbanas estratégicas que generan portales hacia el parque pero a su vez una oportunidad para generar centros de servicios municipales que integren funciones de seguridad, transporte, espacio público y equipamiento urbano.
La Carlota representa una gran oportunidad para consolidar la nueva centralidad del este de la ciudad, a partir de la integración de los diversos fragmentos urbanos o urbanizaciones que sólo se articulan a través de los sistemas viales. El espacio público del parque consolida la noción del paisaje urbano de Caracas que históricamente ha evolucionado desde los tiempos del verde agrícola hasta los de la ciudad jardín y el vacío del aeropuerto, para llegar a ser un lugar vital que permita solventar una serie de importantes carencias de la ciudad a nivel metropolitano.