Arq. Franco Micucci
Arq. Iliana Germán
Arq. Manuel Barrios
Arq. Aliz Mena
Arq. Claudia Vergara
Arq. Cruz Criollo
Arq. José Angel Pérez
Ing. Bernardo Dorbessan.
El conjunto arquitectónico planteado resulta en una consecuencia inevitable de la lógica del lugar entendido como hecho geográfico y urbano. Rescatando el propósito social y conciencia ambiental que ha venido consolidando el Banco Central de Venezuela, la propuesta actúa como elemento integrador de funciones económicas, ambientales y sociales a partir de un espacio fluido que integra pasajes peatonales, patios, plazas y parques, a la vez que diferencia un cuerpo bajo de naturaleza más pública de otro más alto en el que se concentran las funciones más privadas del Banco. Con una imagen simple, el edificio es capaz de convertirse en un icono para la ciudad y traducir aspectos de la tecnología y medios propios de la región en una solución constructiva racional, económica, factible, ambientalmente responsable y de valores expresivos o artísticos que le permiten actuar como un dispositivo lúdico que se integra a la comunidad a través de una serie de programas y espacios de naturaleza pública. Así la Ciudadela El Dorado reconstruye la naturaleza o espíritu de lugares emblemáticos de Guayana.